Catequesis
Los Catequistas reconocemos y agradecemos nuestra vocación, lo vivimos como un don de Dios, un regalo. Como equipo llevamos adelante la hermosa tarea de mostrarles a los niños y a sus padres el Amor que Jesús siente por ellos, y eso lo podemos hacer porque somos nosotros los primeros en vivir en carne propia esta maravilla en nuestras vidas.
Es en el equipo donde ponemos a prueba nuestra certeza de que el Señor no nos abandona, que es El quien nos sostiene en la vida y nos da fuerzas para salir adelante en las dificultades que se cruzan en nuestro camino. No es fácil compaginar las actividades personales, la familia, y las laborales con el tiempo de gratuidad entregado a la comunidad por amor, pero lo logramos, con errores y aciertos, con mucho diálogo y cruces de mensajes, buscando apoyarnos, estando atentos a las necesidades que van surgiendo casi todos los días.
Mucho valoramos y agradecemos a la comunidad y a nuestros sacerdotes su apoyo y colaboración, es el complemento necesario para seguir adelante. Cada año cuando llegamos al momento más hermoso de nuestra tarea, el de las primeras comuniones, vivimos con emoción ese regalo, que completa el sentido de nuestra entrega y nos hace reconocer que por nuestra tarea es mucho más lo que recibimos que lo que damos.
La Palabra del Señor y la Eucaristía son nuestro alimento primordial y eso tan fuerte no podemos quedárnoslo para nosotros, por eso lo queremos comunicar. Cada catequista a su manera, con su personalidad y su realidad de vida, intenta llegar a las familias con este mensaje: Amaras a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo..